En la que fue su segunda pelea dentro del campo rentado ante Carlos Da Silva, boxeador portugués perteneciente a la escuadra de Oporto Água Viva.
El día antes los dos boxeadores había cumplido con la báscula romana dando menos de los 70 Kilos de distancia máxima pactados para la pelea.
Un rival templado Da Silva que parecía cadente de todo tipo de nervios y sensaciones.
Empezó a sonar la música y Carlos salió al ring escoltado por su preparador dispuesto a dar guerra y aguar la fiesta a las casi 1500 personas que se dieron cita en el Palacio de los Deportes de la Guía de Gijón para apoyar a “El Diamante” y a todos los boxeadores del Club Tíbet allí dados cita.
Sones asturianos para la salida al cuadrilátero de Aitor que apareció como lo hacen los grandes y con el pasillo y la ovación de los compañeros allí presentes pertenecientes a todas los equipos de la casa Tíbet en un acto de hermanamiento y apoyo a “El Diamante”.
El referee de la contienda dio las pertinentes explicaciones a los boxeadores y se desató la furia.
Da Silva arranca muy fuerte y con golpes duros mientras Aitor le estudia y busca su punto débil. Cual sabio guerrero “El Diamante” espera su momento y se lanza a por el portugués, tras pasar una mano en la que el integrante del Água Viva perdió un poco el control del peso corporal Aitor le cruza un durísimo y contundente hook al mentón cortándole la trayectoria descendente al portugués y multiplicando la fuerza del golpe para crear un tremendísimo choque ante cualquier boxeador poco puede hacer.
Da Silva se tambalea y recibe su primera cuenta, el boxeador de Oporto está ya totalmente desarmado y tras la siguiente tanda de golpes vuelve a tambalearse hacia la esquina donde recibe su segunda cuenta. El púgil levantó las brazos con mas corazón que disponibilidad para seguir pero nada pudo hacer ya ante algo que parecía inevitable. Aitor volvió a cargar contra él y a instancias de evitar una lesión o males mayores el arbitro tuvo que parar la pelea y decretar el fin de la misma dando a Aitor una mas que merecida victoria por KO en el primer asalto.
2 de 2 antes del límite, y es que “El Diamante” sigue brillando como sólo él lo sabe hacer. Las duras horas de entrenamiento y disciplina a las que está sometido por parte de todo el equipo técnico del C.D. Tíbet con Borja Álvarez a la cabeza volvieron a tener resultado positivo para el ovetense y esperemos que así siga siendo.
